En pleno campo, en la provincia de Cáceres se encuentra este
establo abandonado, que una familia decide rehabilitarlo para uso y disfrute.
Realizado por el estudio Abaton Arquitectos cuenta con 322 m2
y fue terminado en 2010.
Las fotografías pertenecen al propio estudio Abaton.
La obra se realizó de forma respetuosa con el medio ambiente
y para el suministro eléctrico se colocaron paneles solares con baterías de
almacenamiento.
Etiquetas: arquitectura, interiorismo